Dr. Pablo Yedlin
MN 82672
Diputado nacional
Unión por la Patria / Tucumán
Llegan las fiestas de fin de año, e inevitablemente surgen los balances. Para algunos termina un año positivo, para otros un año dramático.
Argentina, de la mano del gobierno de Javier Milei y en gran medida por el apoyo de grandes segmentos de la oposición y de la sociedad ha sufrido una serie de cambios, algunos avisados y otros ocultados en la campaña.
El propósito de esta nota es revisar que pasó con las políticas de Salud de 2024. Veamos en qué decisiones todos los actores del sistema de Salud lograron resistir a las decisiones oficiales, evitando males mayores. Y luego, por el contrario, en cuáles sufrimos retrocesos que tendrán graves consecuencias en lo inmediato.
Qué logramos:
Intentaron bajar el nivel del Ministerio de Salud a Secretaria, y todos los actores del sistema resistieron justo a tiempo. Y no pudieron.
Llegaron con la promesa de integración del sistema de salud a través de un sistema “innovador” de “Vouchers”. Que por arte de magia iban a cambiar el subsidio desde la oferta a la demanda. Este sistema no se aplicó en ningún lugar, salvo en un efector sanitario privado de la provincia de Buenos Aires, evento muy publicitado y con NINGUN impacto sanitario. Tampoco pudieron.
La ley Bases, en su versión original suprimía la Ley de Salud Mental, la ley Micaela y la ley de los 1000 días – no le quitemos mérito a toda la oposición- que permitió morigerar esas intenciones oficiales. En este caso las tres normas siguen vigentes.
El DNU 70, permitió que la ley de prescripción por nombre genérico y la prescripción digital, “vuelvan” a estar vigentes. En realidad, nunca dejaron de estarlo.
También se propuso dar un golpe de gracia a las farmacias argentinas, institución absolutamente reconocida por la sociedad, con profesionales de altísimo nivel que han tenido que salir a discutir la necesidad de que la dispensa de medicamentos por un profesional era un activo del sistema. No pudieron transformar un maxikiosko o un sitio de la web en un lugar de venta de medicamentos es un retroceso. Tampoco pudieron.
Retrocesos
Algunos ejemplos:
El precio de los medicamentos, con aumentos por arriba de la inflación y sobre todo muy por arriba del poder adquisitivo de asalariados y jubilados. Si le sumamos a esos precios altos y poder adquisitivo bajo, la quita de cobertura por venta “libre”, y por cambios de coberturas en las Obras Sociales (OSS), quizás la más dolorosa la del PAMI, nos encontramos con que el acceso a los medicamentos, un “bien social” para muchas de las constituciones provinciales, y el Derecho a la Salud, una manda constitucional desde 1994, han sido vulnerados.
Sumémosle la disminución en la entrega de medicamentos específicos que hasta este año hacía el Ministerio de Salud de la Nación; medicamentos para programas como el de VIH, tuberculosis, hepatitis virales y otras ITS, los insumos del Programa de Salud Sexual y procreación responsable y del programa ENIA, los contenidos de los botiquines del programa Remediar, entre otros.
Lo llamativo es que la solución del problema autogenerado por liberar los precios, fue habilitar la importación de medicamentos desde India directamente desde las provincias sin control del ANMAT. Hasta ahora solo algunos miles de comprimidos de Metformina, medicamento para la Diabetes, que es producido por laboratorios públicos en la Argentina en varias provincias a muy bajo costo, lo que hace que dudemos del ahorro declarado por la provincia compradora.
No solo los medicamentos aumentaron su valor, para ese 16% de argentinos que tienen seguros privados de Salud, los mismos han aumentado gracias al DNU 70, de tal manera que, hasta este gobierno, luego de liberarle los precios a las “prepagas”, los ha denunciado por cartelización. “Cosas veredes, que no crederes”.
La pérdida de empleo formal por el programa de destrucción de la industria nacional que lleva adelante este gobierno va generando un aumento de la población sin OSS con un aumento en la población que se atiende o lo intenta en el sector público fuertemente desfinanciado por la Nación.
Los medicamentos de muy alto precio han llegado para quedarse, es fundamental que el sistema de Salud argentino se organice para dar una respuesta que permita el acceso a los mismos y que garantice la sustentabilidad del sistema. Este año no se ha publicado ni un informe técnico de la Comisión Nacional de evaluación de tecnología sanitarias y excelencia clínica (Conetec), germen de lo que será la Agencia nacional de evaluación de tecnología médica, tan reclamada por todo el sistema. Otro retroceso a contramano de lo declarado.
Las vacunas este año han sido también un ejemplo de mala política, luego de terminar de incorporar la vacuna conta el Virus Sincitial respiratorio para las embarazadas, que había quedado pendiente de la gestión anterior, y que han mostrado una efectividad interesante, decidieron no incorporar vacunas a calendario. Ni siquiera las claramente propuestas por la CONAIN, entre ellas la vacuna contra el Dengue.
Así fue que las provincias compraron las dosis que pudieron y vacunaron a las poblaciones que quisieron, con una variedad notable de indicaciones, que desafiaron la propuesta de la CONAIN. Veremos los resultados, pero aún seguimos sin decidir incorporarla al Calendario lo que haría que la compra, de la misma esté a cargo del ministerio de Salud de la Nación. Pensar en nuevas vacunas para calendario como contra Meningococo B, o contra Herpes Zoster, o con incorporar la vacuna contra el Covid19, parece mucho, cuando en realidad las coberturas de las vacunas siguen cayendo en todo el país. No hay campañas nacionales.
El desfinanciamiento del sector público de la Salud nacional, con pérdida de RR.HH. especializados en los Hospitales nacionales, como el Garrahan, el Posadas, el Bonaparte, con la idea de cerrarlos o transferirlos a las provincias, sin presupuesto, al mejor estilo de los 90. Si las provincias no se hacen cargo de la Salud, que lo haga el Mercado, se esgrime desde las esferas gubernamentales. Sería interesante que pudieran garantizar con ese sistema que un paciente con un tromboembolismo pulmonar en la Quiaca tenga al menos la más mínima posibilidad de recibir el mismo tratamiento que en CABA con una prepaga.
Los sistemas de Salud, decía un gran sanitarista, que ya extrañamos, son Recursos Humanos (RRHH) capacitados resolviendo las problemáticas de Salud de las poblaciones. Gines lo sabía, sin universidades públicas y gratuitas de calidad y un estado presente para estimular la Ciencia y la Técnica ningún sistema de salud es sustentable, por eso este modelo político torpedea su esencia misma, no son matices es un desastre.
Desde la Comisión de Salud y Acción Social de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, vamos a seguir trabajando para generar las mejores normas y controlando al Poder Ejecutivo nacional para sostener lo que entendemos es nuestra responsabilidad, para que el Derecho a la Salud se efectivice en cada rincón de la patria.
Lo dijo el Papa Francisco hace unos días “Al gran pueblo argentino SALUD”.