En una temporada veraniega con mucho sol y calor en Tucumán, muchos niños y niñas pasan largas horas diarias en colonias de vacaciones, natatorios (públicos o privados), ríos, diques y balnearios de nuestra provincia. Y también recorriendo los cerros, yungas y montañas que conforman la oferta de paisajes maravillosos de nuestra provincia. Es importante tener algunos cuidados para evitar urgencias o problemas vinculados a la exposición al sol y al uso de piletas.
Nunca está demás remarcar la importancia de que en natatorios públicos, privados, en piletas de casas y también si visitamos ríos, los niños estén bajo el cuidado de una persona mayor. Los accidentes en general ocurren por descuidos de segundos.
Una de las cosas más importantes es la prevención. Los adultos deben comprometerse en la vigilancia, estar atentos a los niños, tener vallas de seguridad en piletas domiciliarias y cuando se envían niños a colonias de vacaciones asegurarse de que las piletas estén habilitadas, cuenten con guardavidas, elementos de seguridad y un responsable a cargo de los niños y niñas.
Asimismo es importante saber que ante cualquier situación de Emergencia se debe pedir ayuda al 107 y especificar dónde es la emergencia. Hay que dar datos certeros para que la ambulancia llegue rápidamente y estar en comunicación permanente hasta que llegan los médicos.
En esta época se presentan muchos casos clínicos de gastroenteritis, diarreas y vómitos, por lo cual es importante mantener siempre hidratados exclusivamente con agua a los niños y protegiéndolos de las altas temperaturas en horarios pico (de 11 a 17 horas). Respecto a los bebés, es fundamental mantener la lactancia materna con frecuencia. En cuanto a la alimentación es importante ingerir comidas livianas y libres de grasas.
Cuidados preventivos ante la exposición solar
A su vez las medidas de protección solar en niños y niñas podrían evitar un gran porcentaje de problemas cutáneos en la adultez, entre los más importantes el cáncer de piel.
Como sostienen los especialistas la medida más importante a tener en cuenta es evitar que los niños y niñas estén expuestos al sol entre las 11 y las 16 horas.
Una remera de color oscuro, un gorro con visera ancha para cubrir cara, orejas y parte del cuello y, en lo posible, anteojos de sol con filtro solar para proteger los ojos y zonas perioculares es la forma más adecuada de vestir a los niños y niñas si están al sol. Y recordar que los lactantes menores de 6 meses “nunca” deben estar expuestos directamente a la luz solar y, si están al aire libre, “se los debe ubicar a la sombra y en un lugar fresco”.
Los protectores solares deben usarse a partir de los 6 meses, aplicarse 15 a 30 minutos antes de exponerse al sol y varias veces durante el día mientras dure la exposición solar.
El Factor de Protección Solar (FPS) evidencia la eficacia en cuanto al grado de protección que ofrece: existen compuestos con protección baja (FPS 2 a 15), media (FPS 15 a 30), alta (FPS 30 a 50) y muy alta (FPS > 50).
Los fotoprotectores deben tener un FPS alto, ser de amplio espectro para rayos UVA y UVB como también resistentes al agua cuando se aplican en niños y niñas.
Por eso, debemos tener cuidado con el sol en días nublados, porque aunque no lo percibamos, podemos sufrir quemaduras igual que en días de radiante y visible sol. Tal vez por este engañoso efecto, los días nublados culminan siendo más peligrosos respecto a las quemaduras.
En días nublados deben mantenerse los mismos cuidados físicos y las medidas de fotoprotección, a pesar de que muchas personas crean lo contrario. Las nubes no frenan los rayos ultravioletas que pueden acabar lesionando la piel, por eso la exposición indirecta causa los mismos efectos nocivos. Los rayos UV se reflejan en distintas superficies como la nieve que refleja aproximadamente un 85% de la luz que le llega, y el agua o la arena que reflejan un 20%. En cuanto a los vidrios de las ventanas, filtran las radiaciones UVB pero no las UVA, que son las que tienen mayor longitud de onda y por eso penetran más las superficies.
Cabe destacar que el riesgo de quemaduras solares aumenta con la altura, por lo tanto deben cumplirse las mismas medidas en la montaña aumentando la frecuencia de recolocación del fotoprotector.
En caso de quemadura solar de niños y niñas, la médica señaló que lo primero debe ser “evaluar la gravedad”. Si la quemadura ocupará gran parte de la superficie cutánea o si el niño presenta náuseas, vómitos, fiebre o mareos, se debe consultar lo antes posible al pediatra o a la guardia médica.
Cómo cuidamos a los niños en las piletas durante el verano:
- Los niños estén bajo el cuidado de una persona mayor
- Tener vallas de seguridad en piletas domiciliarias
- Piletas de colonias siempre habilitadas, con guardavidas, elementos de seguridad y un responsable a cargo de los niños y niñas.
- Mantenerse siempre hidratados exclusivamente con agua
- Proteger a los niños de las altas temperaturas en horarios pico.
- Evitar que los niños y niñas estén expuestos al sol entre las 11 y las 16 horas.
- Vestir con remera preferentemente de color oscuro, un gorro o sombrero de visera ancha para cubrir cara, orejas y gran parte del cuello
- Usar anteojos de sol con filtro solar para proteger los ojos y zonas perioculares.
- Bebés menores de 6 meses “nunca” deben estar expuestos directamente a la luz solar
- Los protectores solares deben usarse a partir de los 6 meses, aplicarse de manera uniforme antes de exponerse al sol y cada 2 horas mientras dure la exposición solar.
- En días nublados deben mantenerse los mismos cuidados físicos y las medidas de fotoprotección.
Ante cualquier situación de Emergencia pedir ayuda al 107