La autorización al gobierno servirá para refinanciar la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri.
En relación a la carga de este compromiso señaló que “todos coincidimos en que esta deuda con el FMI es insostenible, era imposible pagar los vencimientos. Pensemos que entre este año y el que viene teníamos que pagar 39000 millones de dólares, más del 90 % de la deuda tomada. ¿Cómo pensó el FMI que en esas condiciones Argentina iba a poder pagarlo? Estamos hablando de valores que son el 40 % de las exportaciones, ¿cómo un país va a usar todo lo que produce para pagarle al fondo? Es un dinero que se usó básicamente para pagar deudas en pesos que se dolarizaron y se fugaron del país”.
El senador tucumano destacó que el resultado en la cámara alta va a ser similar al de Diputados y celebró la responsabilidad institucional que gran parte de la oposición demostró tomando la decisión de acompañar el proyecto del Gobierno nacional.
Matices en el oficialismo
En cuanto a la valoración que hacen los senadores de distintos espacios políticos que componen la alianza de gobierno Pablo Yedlin señaló que “en general todos coincidimos en que llegar a una situación de cesación de pagos con el FMI, o sea de Default, es gravísimo y que Argentina con la debilidad que tiene desde el punto de vista económico y social no tiene ninguna chance de entrar en default con este organismo. No es lo mismo entrar en default con un bonista privado que entrar en default con el FMI, que es la última instancia de crédito. El FMI se ha creado justamente para que los países no entren en default con los bonistas privados. Entonces no hay solución una vez que se llega a eso. Sin acuerdo no podríamos acceder a créditos del BID, Banco Mundial, CAF y eso traería problemas graves para sostener cualquier plan de gobierno y de inversión para el desarrollo”.
El senador tucumano se refirió a los puntos de matices entre los mismos sectores oficialistas “hay diferencias en cuanto a considerar si este es el mejor programa o no, ahí nos dividimos los oficialistas también. Estamos los que creemos que es el mejor programa posible, dado que nos da 6 años de plazo, no te impone una reforma en la legislación laboral, previsional o tributaria, te permite tomar medidas según tu voluntad, siempre que te mantengas en un terreno fiscal y de emisión que te plantean como controles, pero que no están lejos de lo que era lógico hacer antes y después de la pandemia”.
El Acuerdo es un punto de partida, no de llegada
El arreglo con el FMI es un inicio, señaló Yedlin, quien aspiró a que la estabilidad macroeconómica siente las bases para facilitar un plan de crecimiento, con control de inflación, expansión de la actividad, aumento de exportaciones y generación de empleo.
Con miras a futuro señaló que a pesar de “las diferencias en el bloque tenemos una responsabilidad que es entender que el Acuerdo es un comienzo de una serie de temas que tenemos que tratar en conjunto. Estamos en un contexto complejo, con un problema de inflación importante en el marco de una guerra que nos trae problemas energéticos también”.
Ataque a la inflación
El legislador se refirió a los indicadores inflacionarios que preocupan al gobierno y a la sociedad y señaló que “son multifactoriales, se explican porque hay una inflación internacional, la economía está re calentada, también porque hubo que emitir pesos durante la pandemia, y por la restricción de divisas. A esto debemos sumar un contexto de guerra que aun no comenzó a impactar pero va a incidir en los precios. Es cierto que los números están altos, y no podemos permitirnos estos números desquiciados. Hay que tomar medidas basadas en grandes acuerdos sobre este tema. Por eso es importante el acuerdo con el FMI, porque tener reservas en el banco es fundamental para la estabilidad económica”.